jueves, 24 de septiembre de 2009

SAN JAVIER/Don Felipe toma el mando

El Príncipe de Asturias visita la Academia General del Aire y recuerda, ya como teniente coronel, su paso como cadete por la institución en 1987
LOLA GUARDIOLA SAN JAVIER/ La Verdad
La presencia del Príncipe Felipe siempre constituye una fiesta para la familia militar acantonada en San Javier y ayer no fue una excepción. Aparte de la entrega de despachos a los oficiales y suboficiales cada mes de julio -que alterna anualmente con el Rey Juan Carlos-, era la primera vez en los últimos 20 años que el heredero de la Corona visitaba la Academia General del Aire para conocer el trabajo cotidiano de la Institución.
Al menos, de forma oficial. Porque, en realidad, Don Felipe de Borbón sabe al dedillo el funcionamiento y capacidades de esta Academia y Base Aérea, entre otras cosas porque fue alumno de ella entre 1987 y 1989. Por lo tanto, se trataba de que comprobara in situ cómo se han ido modernizando las instalaciones y de compartir una jornada, incluido un almuerzo, con sus 300 alumnos -19 de ellos mujeres- profesores y mandos, incluyendo al coronel Juan Antonio Ortega Vázquez, recientemente nombrado al frente de la Academia. Con esta visita, el Príncipe ha concluido su periplo «de confraternización» por las tres academias del Ejército (Zaragoza, de Tierra y Marín, Pontevedra; de la Marina).
Como suele ser habitual en él, se mostró muy distendido desde que pisó el suelo de la Academia, -ataviado con el uniforme de verano y luciendo las dos estrellas que acreditan su empleo como teniente coronel- un poco después de las 11 de la mañana, hasta que, sobre las cuatro de la tarde, regresaba a Madrid en el mismo Falcon de la Fuerza Aérea Española que le trasladó.
En un principio, la Academia tenía previsto realizar los actos de bienvenida en un hangar, a cubierto de la lluvia que se había anunciado para esa hora. Sin embargo, no cayó el aguacero -aunque sí después-, y fue recibido en la plataforma de vuelo por autoridades como el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, el Delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, la alcaldesa de San Javier, Pepa García; el Jefe del Estado Mayor del Aire, José Jiménez Ruiz; y el coronel director de la Academia, Juan Antonio Ortega Vázquez.
Buen hacer en el desfile
A continuación pasó revista a las tropas, saludó al resto de autoridades y contempló un desfile terrestre del batallón y escuadrillas, donde también participaron los cadetes de primer año, que iniciaron el curso apenas hace 15 días. Este hecho, el buen hacer de los recién ingresados en el arte del orden cerrado, fue destacado por el Príncipe de Asturias.
Precisamente las autoridades y Don Felipe bromearon en el palco sobre la ausencia de lluvia hasta ese momento -«estamos frenando las nubes», comentó jocosamente un mando- y de un nubarrón amenazador que se veía en el horizonte. Fue premonitorio. Minutos antes del mediodía, un gran chaparrón cayó justo cuando el Príncipe de Asturias despedía a las autoridades civiles a las puertas del salón que lleva su nombre. De hecho, tuvieron que resguardarse bajo unos toldos.
Desde ese instante hasta abandonar la Academia, recorrió la zona de vuelos y el simulador, a la vez que dialogaba con el personal militar.
En su coloquio con los alumnos, el Príncipe fue preguntado por su paso por la Academia (sabatacha, dicen algunos que era la contraseña que tenían sus compañeros y él para quedar a salir la tarde de los sábados), a lo que respondió manifestando su sentimiento de «orgullo por ser piloto del Ejército del Aire». Tomó nota, asimismo, de cómo marchan las obras del nuevo Centro Universitario de la Defensa, adscrito a la Universidad Politécnica de Cartagena, que permitirá a los alumnos a partir del próximo curso, además de su grado militar, obtener el título de Ingeniero de Organización Industrial.

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