jueves, 1 de julio de 2010

El ayuntamiento dedica un parque a la "Comadrona Benita Tomás" que junto a la Alcaldesa descubrió la placa con su nombre

Ayuntamiento de San Javier
El ayuntamiento de San Javier a través de una iniciativa de la concejalía de Igualdad ha dedicado un parque del municipio a la comadrona jubilada Benita Tomas "una mujer destacada por su trabajo y trayectoria, y querida por todo el pueblo en el que ayudó a nacer a cientos de hombres y mujeres", recordó la alcaldesa, Pepa García que junto a la homenajeada descubrió la placa que da nombre al parque "Comadrona Benita Tomás", ubicado en la calle Neptuno de San Javier.
La concejal de Igualdad, María Ángeles Chumillas, y el concejal de Parques y Jardines, Antonio Garcerán, así como otros miembros del equipo de gobierno, representantes de asociaciones invitados, y amigos, han acompañado a Benita Tomás, de 80 años de edad, que estuvo rodeada por su marido, José Cánovas Bolarín y su hija Benita. La alcaldesa felicitó a Benita a la que transmitió "el cariño y la consideración de todos los vecinos".
Benita Tomás que ha trabajado durante 45 años y que lleva 15 jubilada, agradeció emocionada el homenaje "al ayuntamiento y a todo el pueblo que siempre me ha tratado muy bien". Benita llegó a San Javier siendo una de las primeras comadronas tituladas de la Región tras obtener el título en Cádiz después de formarse en Cartagena donde vivía con una tía, también comadrona, que le transmitió la pasión por este trabajo.
Vino a San Javier para ocupar una plaza municipal que se denominaba "de beneficiencia", por la que cobraba 150 pesetas del ayuntamiento y 66 de la Seguridad Social por parto. Así estuvo sin sueldo mensual durante 19 años, recordó la Alcaldesa. En la actualidad gran parte de los vecinos de San Javier de entre 40 y 55 años vinieron al mundo con su ayuda. De esa época guarda muchas anécdotas como aquella noche en la que viajaba en la moto de un futuro padre que había requerido su ayuda, y que no advirtió que Benita se cayó de la moto en un bache, hasta que más tarde se dio cuenta y volvió a recogerla.
A pesar del cariño con que recuerda aquella etapa reconoce que cuando descubrió los medios hospitalarios al aprobar una plaza en el hospital Virgen del Rosell de Cartagena, donde trabajó 26 años, se dijo que nunca más saldría del hospital. "Entonces no había medias, ni teléfonos, ni coches y cuando había algún problema en el parto había que avisar al médico y se sufría mucho", recuerda esta mujer cuyo nombre está ligado a la historia de San Javier donde no puede ni llegar a calcular cuantos niños ayudó a nacer durante los 19 años en los que se hizo indispensable no sólo para el municipio de San Javier sino incluso otros municipios vecinos desde donde también la reclamaban.

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