La AGA seleccionará a sus alumnos por la nota de Selectividad y les permitirá obtener un título de Ingeniería expedido por la Universidad Politécnica además del de oficial del Ejército del Aire
AMALIA LÓPEZ / La Opinión/ Foto: Google
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El Ejército está reformando los planes de estudios de sus academias de oficiales, entre ellas la Academia del Aire de San Javier (AGA), y una de las consecuencias más significativas de esta remodelación será que a partir del curso 2010/2011 el criterio para la admisión de alumnos será la nota de Selectividad. Además, desde esa fecha quienes ingresen en la AGA no sólo recibirán la formación militar necesaria para convertirse en oficiales, sino que a la vez también estudiarán Ingeniería de Organización Industrial.
Actualmente, para ingresar en la AGA o en las academias de oficiales de la Armada y el Ejército de Tierra es necesario hacer una prueba de acceso que los aspirantes tardan al menos dos años en superar, si lo consiguen. Este sistema provoca que muchos interesados desistan ante la posibilidad de perder dos o tres años para no conseguir nada. En septiembre de 2010 sólo habrá que presentar la nota de selectividad y superar una prueba física. En el caso de la Academia General del Aire también se realizará un examen médico centrado en las habilidades sensoriales, especialmente en la vista y el odio.
La otra gran novedad está relacionada con el plan de estudios en sí mismo. A partir de ahora los alumnos que ingresen no sólo estudiarán las materias militares y las relacionadas con el vuelo, sino que a la vez estudiarán Ingeniería de Organización Industrial; una titulación que impartirán dentro del mismo recinto de la AGA profesores de la Universidad Politécnica de Cartagena gracias a un convenio entre ambas instituciones.
Selección posterior
La idea inicial del Ejército es admitir a más alumnos de los que después se graduarán. Aunque se trata de algo que todavía se está definiendo, parece probable que tras los dos primeros años, y antes de comenzar la instrucción en vuelo, la AGA decida cuáles de sus alumnos pueden continuar y cuáles no. De ser así los estudiantes que deban abandonar la AGA no habrán perdido nada puesto que sus dos primeros cursos corresponden a los de una Ingeniería y podrían continuar estudiando en la Universidad. De cualquier manera, este sistema presenta como una de sus ventajas más destacables que si después de uno o dos años el estudiante decide que la vida militar no es para él puede solicitar el traslado y pasar a la universidad sin perder nada.
Actualmente, para ingresar en la AGA o en las academias de oficiales de la Armada y el Ejército de Tierra es necesario hacer una prueba de acceso que los aspirantes tardan al menos dos años en superar, si lo consiguen. Este sistema provoca que muchos interesados desistan ante la posibilidad de perder dos o tres años para no conseguir nada. En septiembre de 2010 sólo habrá que presentar la nota de selectividad y superar una prueba física. En el caso de la Academia General del Aire también se realizará un examen médico centrado en las habilidades sensoriales, especialmente en la vista y el odio.
La otra gran novedad está relacionada con el plan de estudios en sí mismo. A partir de ahora los alumnos que ingresen no sólo estudiarán las materias militares y las relacionadas con el vuelo, sino que a la vez estudiarán Ingeniería de Organización Industrial; una titulación que impartirán dentro del mismo recinto de la AGA profesores de la Universidad Politécnica de Cartagena gracias a un convenio entre ambas instituciones.
Selección posterior
La idea inicial del Ejército es admitir a más alumnos de los que después se graduarán. Aunque se trata de algo que todavía se está definiendo, parece probable que tras los dos primeros años, y antes de comenzar la instrucción en vuelo, la AGA decida cuáles de sus alumnos pueden continuar y cuáles no. De ser así los estudiantes que deban abandonar la AGA no habrán perdido nada puesto que sus dos primeros cursos corresponden a los de una Ingeniería y podrían continuar estudiando en la Universidad. De cualquier manera, este sistema presenta como una de sus ventajas más destacables que si después de uno o dos años el estudiante decide que la vida militar no es para él puede solicitar el traslado y pasar a la universidad sin perder nada.
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