Discapacitados y personalidades civiles renuevan en la AGA su lealtad a la enseña nacional
ALEXIA SALAS /SAN JAVIER/ La Verdad
José, joven cartagenero de 24 años con síndrome de Down, llevaba ensayando varios días el paso con el que se acercaría a la bandera española. Ayer, en la mañana fijada para su Juramento ante la bandera, junto con otros 200 civiles más, en la Academia General del Aire de La Ribera, no dudó un instante. «Yo nunca me pongo nervioso», comentaba con el aplomo de un coronel. Apretó con fuerza la mano de su novia, Sandra, 25 años, también síndrome de Down, y se quedó mudo al escuchar el pasodoble de Las Corsarias con el que la afamada banda de música de la AGA marca el paso a los que quieren manifestar su compromiso con la nación, en forma de un beso a la enseña.
Estos novios emocionados pertenecen a una de las asociaciones de discapacitados que ayer participaron en el acto castrense popular. En uno de los primeros días de intenso sol junto al Mar Menor, medio centenar de civiles con discapacidad de asociaciones como Organización Nacional de Ciegos, Federación de Asociaciones a favor de Personas con Discapacidad Intelectual, Asociación de Caballeros Inválidos y Mutilados de España, Federación de Asociaciones Murcianas con Discapacidad Física y Orgánica y la Federación de Personas Sordas de la Región de Murcia, bajo la organización del Comité Español de Representantes de Minusválidos. Las damas de la huerta también juraron, junto a vecinos de los barrios murciano de San Antón y de San Javier.
ALEXIA SALAS /SAN JAVIER/ La Verdad
José, joven cartagenero de 24 años con síndrome de Down, llevaba ensayando varios días el paso con el que se acercaría a la bandera española. Ayer, en la mañana fijada para su Juramento ante la bandera, junto con otros 200 civiles más, en la Academia General del Aire de La Ribera, no dudó un instante. «Yo nunca me pongo nervioso», comentaba con el aplomo de un coronel. Apretó con fuerza la mano de su novia, Sandra, 25 años, también síndrome de Down, y se quedó mudo al escuchar el pasodoble de Las Corsarias con el que la afamada banda de música de la AGA marca el paso a los que quieren manifestar su compromiso con la nación, en forma de un beso a la enseña.
Estos novios emocionados pertenecen a una de las asociaciones de discapacitados que ayer participaron en el acto castrense popular. En uno de los primeros días de intenso sol junto al Mar Menor, medio centenar de civiles con discapacidad de asociaciones como Organización Nacional de Ciegos, Federación de Asociaciones a favor de Personas con Discapacidad Intelectual, Asociación de Caballeros Inválidos y Mutilados de España, Federación de Asociaciones Murcianas con Discapacidad Física y Orgánica y la Federación de Personas Sordas de la Región de Murcia, bajo la organización del Comité Español de Representantes de Minusválidos. Las damas de la huerta también juraron, junto a vecinos de los barrios murciano de San Antón y de San Javier.
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