19.01.09 -
EP MADRID/ La Verdad
Un mando militar de la Academia General del Aire de San Javier robó miles de euros durante años falsificando las cifras de ventas de material farmacéutico para pagar deudas de juego, por lo que un tribunal militar le ha condenado a un año y media de prisión por un delito continuado contra la hacienda militar.
Según informa la Cadena Ser, el autor del robo es el teniente coronel Luis Angulo Delgado, que hasta 2006 era jefe de la sección de farmacia de la Academia General del Aire de San Javier y responsable del mismo departamento en la Base Área de Alcantarilla.
El teniente coronel sustrajo desde 2003 a 2006, un total de 28.550 euros. Angulo, como responsable de la sección de farmacia de ambas bases militares, falseaba las cuentas que se remetían a la sección económico administrativa «haciendo que las liquidaciones coincidieran con el dinero existente», una vez extraído el dinero en metálico directamente de la caja fuerte y de la caja de ventas de material farmacéutico, según aparece en la sentencia.
El fraude fue descubierto en 2005 por dos cabos, que alertaron a sus superiores, que hicieron caso omiso de la denuncia. Debido a esta negativa, los dos subordinados del teniente coronel instalaron cámaras ocultas en el departamento de farmacia de la base de Alcantarilla. Las cámaras captaron al condenado extrayendo billetes de la caja registradora y de la caja fuerte del departamento.
Según informa la Cadena Ser, el autor del robo es el teniente coronel Luis Angulo Delgado, que hasta 2006 era jefe de la sección de farmacia de la Academia General del Aire de San Javier y responsable del mismo departamento en la Base Área de Alcantarilla.
El teniente coronel sustrajo desde 2003 a 2006, un total de 28.550 euros. Angulo, como responsable de la sección de farmacia de ambas bases militares, falseaba las cuentas que se remetían a la sección económico administrativa «haciendo que las liquidaciones coincidieran con el dinero existente», una vez extraído el dinero en metálico directamente de la caja fuerte y de la caja de ventas de material farmacéutico, según aparece en la sentencia.
El fraude fue descubierto en 2005 por dos cabos, que alertaron a sus superiores, que hicieron caso omiso de la denuncia. Debido a esta negativa, los dos subordinados del teniente coronel instalaron cámaras ocultas en el departamento de farmacia de la base de Alcantarilla. Las cámaras captaron al condenado extrayendo billetes de la caja registradora y de la caja fuerte del departamento.
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